jueves, 14 de febrero de 2019

#LaCitaExtrañaCon #ConstantinoCavafis .
Poemas Completos
Traducción del griego de Cayetano Cantú
Prólogo F. José Férez Kuri
dibujos Elvira Gascón
Ed. Diógenes, SA. ed 3a.
1987 México.

15 “El adjetivo debilita lo que se dice,
y es débil en sí.
Lo que se describe - un paisaje -,
si se dice con muchos epítetos queda nulificado…
El arte poético consiste
en dar toda la imagen sólo con sustantivos;
y si un adjetivo es necesario,
debe ser sólo uno y el preciso…”

… tenía como segunda lengua el inglés,
idioma en el que escribió
la mayoría de sus críticas de arte y su diario.

16 Cavafis es único..
por ser un poeta didáctico, ...
porque … arrancó de sus poemas
todo adorno innecesario
(imaginación desaforada,
símiles rebuscados,
extravagancias métricas,
y
por último la rima).
...o….h... poetas “maduro...”;
... elige deliberadamente adjetivos “pobres”,
y usa las palabras en su significado popular;
así las esmeraldas siempre son “verdes”
y los cuerpos “jóvenes y hermosos”.
Esta actitud la adopta...
cuando se da cuenta de que el lenguaje
... es una herramienta... de asimilación;
… el ser humano enriquece su lenguaje
del mismo modo
que enriquece su casa
o su vestuario.

17 En sus poemas históricos,
... utiliza metáforas basadas en simbolismos políticos.
La política es en sí misma
una especie del lenguaje compartido,
una uniformidad mental universal.
… desnuda... conceptos
y los ridiculiza con una sola palabra.
...
* “Mientras bajé las infames escaleras,
tú entraste por la puerta
y por un momento vi tu cara,
desconocida para mí, y tú me viste.
Me escondí para que no me vieras de nuevo;
así como tú ocultaste tu cara,
entraste rápido a la mórbida casa
donde no encontraste placer
como tampoco lo encontré yo.”

* “Y así, el amor que deseabas te lo dí:
y el que yo quería
me lo dieron tus ojos húmedos y anhelantes.
Me lo tuviste que dar.
Nuestros cuerpos lo sintieron
y se buscaron
nuestra sangre y piel reaccionaron.
Pero entre toda esta confusión,
ambos nos escondíamos uno del otro.”

19… el poema está basado en una verdad,
una pequeña verdad vivencial,
la cual,
por la simple razón de que una vez existió,
se puede repetir en otra vida,
en otra persona,
con una duración más corta o más larga”.

21 En sus poemas
... puso en práctica un sistema sencillo,
que ayuda a sus traducciones.
Existen dos elementos
que usualmente constituyen en la metáfora:
el objeto por describir (tenor)
y el objeto en el cual el primero está imaginado
o gramaticalmente dicho,
aliado (vehículo).

61 ITACA
Cuando emprendas el viaje hacia Itaca,
ruega que tu camino sea largo
y rico en aventuras y descubrimientos.
No temas a lestrigones, los cíclopes o a Poseidón,
si de ti no provienen,
si tu alma no los imagina.

Ruega que tu camino sea largo,
que sean muchas las mañanas de verano,
cuando con placer llegues a puertos
que descubras por primera vez.
Ancla en mercados fenicios y compra cosas bellas:
madreperla, coral, ámbar, ébano
y voluptuosos perfumes de todas clases.
Compra todos los aromas sensuales que puedas;
ve a las ciudades egipcias y aprende de los sabios.

Siempre ten a Itaca en tu mente;
llegar allí es tu meta, pero no apresures el viaje.
es mejor que dure mucho,
mejor anclar cuando estés viejo.
Pleno con la experiencia del viaje,
no esperes la riqueza de Itaca.
Itaca te ha dado un bello viaje.
Sin ella nunca lo hubieras emprendido;

Pero no tiene más que ofrecerte,
y si la encuentras pobre,
no fue Itaca quien te defraudó.

Con la sabiduría ganada,
con tanta experiencia,
habrás comprendido lo que las ítacas significan.
1911

* 84 JURA
Jura con frecuencia empezar una vida nueva;
pero,
cuando llega la noche,
con sus consejos,
tentaciones
y promesas…

Cuando viene la noche,
con sus instintos,
deseando,
buscando…
accede sonriente a su acostumbrado placer.
1915

* 85 PINTANDO
Me gusta mi trabajo, lo practico,
pero hoy, la languidez me invade.
El día influye, se oscurece más y más,
solo es lluvia y viento;
preferiría ver que hablar.
en esta pintura, ante mí
un bello adolescente descansa
junto a una fuente,
probablemente exhausto de correr.
Qué bello efebo,
qué mediodía lo atrapó
sosegándolo en su sueño?
Me siento y observo por un largo rato,
recuperándome a través del arte
del esfuerzo de crearlo
1915.

*  86 UNA NOCHE
La habitación era barata y sórdida,
escondida en los altos de una taberna equívoca.
Desde la ventana se veía la calle sucia y estrecha.
Desde abajo llegaban las voces de los obreros
jugando cartas y divirtiéndose.
Y allí, en la usada y ordinaria cama,
tuve el cuerpo del amor,
me embriagué con los rojos y voluptuosos labios.
Y ahora,
cuando lo escribo después de tantos años,
solo en la casa,
me embriagan otra vez.
1915

88 MANUEL COMNENO
Un triste día de septiembre,
el emperador Manuel Comneno,
sintió que se acercaba su fin.
Los astrólogos de la corte
(por supuesto, paganos)
insistieron que tenía aún
muchos años de vida.

Pero mientras esto decían,
el rey recordó una antigua
costumbre religiosa.
Ordenó que trajeran
vestiduras monacales; se las puso,
presentándose, humildemente,
vestido como un monje.

Bienaventurados todos los que creen,
y que, como el emperador Manuel,
terminan sus vidas
vestidos humildemente y en su fe.
1915

89 EL DESAGRADO DEL HIJO DE SELEUCO
Demetrio, hijo de Seleuco, estaba molesto
al saber que Ptolomeo, había llegado a Italia
en un estado tal de miseria.
Pobremente vestido, a pie,
con sólo tres o cuatro esclavos;
con esta presentación su linaje
se volvería la burla y la risa de Roma.

Claro que el hijo de Seleuco sabe,
que en cierta forma,
se han convertido en esclavos de Roma;
también sabe que los romanos
dan y quitan tronos arbitrariamente,
pero deberían por lo menos
mantener una cierta dignidad;
que aún (desgraciadamente) se les llama reyes.

Por eso se molestó Demetrio, hijo de Seleuco,
e inmediatamente ofreció a Ptolomeo
togas púrpuras, una magnífica diadema,
joyas preciosas, sirvientes, cortejo
y los mejores caballos,
para entrar en Roma como correspondía
a un monarca greco alejandrino.

Pero Ptolomeo, que había venido a mendigar,
a sabiendas rehusó todo;
no tenía necesidad de lujos.
Vestido pobremente, humilde, entró a Roma,
se instaló en la casa de un artesano:
presentándose después,
en desgracia, ante el senado,
para mendigar con mayor provecho.
1915

*91 EN LA CALLE
Su bella cara, un poco pálida;
sus ojos castaños, ligeramente cansados;
tiene veinticinco años, más parece de veinte;
un aire de artista en el vestir:
el color de su corbata, la forma del cuello.
Camina sin rumbo por la calle,
como poseído por la sensualidad
del ilícito placer que acaba de gozar.
1916

**92 CUANDO SURJAN
Aunque sean escasas,
trata de proteger, poeta,
tus visiones eróticas,
Escóndelas enmedio de las letras.
Trata de retenerlas, poeta.
cuando revoloteen en tu mente,
en la noche o a pleno medio día.
1916

**96 UNO DE SUS DIOSES
Al oscurecer, cuando cruzó
por el centro de Seleucia,
con su extraordinario porte,
el gozo de la pureza en los ojos,
y el oscuro cabello perfumado,
los paseantes lo miraron
y unos a otros se preguntaban si lo conocían,
si era griego,  sirio o extranjero.

Algunos lo observaron con atención y al comprender
se apartaron de su camino;
desapareció en las arcadas,
entre las sombras y las luces de la tarde,
y se fue al barrio donde se vive sólo de noche
entre orgías y desenfrenos.

Se preguntaban cuál de los dioses podría ser,
tras cuál dudoso placer había bajado a las calles de Seleucia
desde los adorados y sacros recintos.
1917

**97 TUMBA DE IASIS
Yo, Iasis, descanso aquí.
Joven famoso por mi belleza en esta gran ciudad.
Los sabios, los tontos, los comunes me admiraron;
todos me dieron placer.

Pero tanto me tuvieron en el mundo
como a Narciso y a Hermes,
que los excesos acabaron destruyéndome,
Viajero: si eres de Alejandría no me condenarás.
Conoces la intensidad de nuestra vida:
el fuego y los placeres que contiene.
1917

*98 PASAJE
Lo que el estudiante tímidamente imagina
se revela abiertamente ahora.
Camina sin sentido,
se desvela, se desvía.
Y como (para nosotros) es lo correcto,
su sangre nueva y ardiente goza de voluptuosidad,
y su joven cuerpo se entrega al placer.

Y así, un joven nos atrae y por un momento
entra en el alto mundo de la poesía.
Un joven sensible de sangre nueva y ardiente.
1917.

**99 EN LA NOCHE
De todas formas, no hubiera durado.
La experiencia de los años me lo ha demostrado.
El destino puso un fin abrupto.
Fue breve ese tiempo
pero qué fuertes sus perfumes
y en qué cama espléndida estuvimos.
Y qué sensualidad dimos a nuestros cuerpos,
Un eco de los días sensuales volvió,
algo del fuego juvenil que compartimos.

Tomé de nuevo una carta entre mis manos,
y leí y releí hasta que la luz se fue.
Melancólico salí al balcón
para olvidar mis pensamientos, por lo menos,
viendo la ciudad que amaba,
un poco del movimiento en las calles y en las tiendas.
1917.

**105 EL ESCAPARATE DE LA TABAQUERíA
Estaban entre la muchedumbre
cerca del luminoso escaparate de la tabaquería.
Sus miradas se cruzaron por accidente,
tímidamente y con sobresalto expresaron
el ilícito deseo de su carne.
dieron unos cuantos pasos sobre la acera,
sonrieron y asintieron levemente.

Y después en el carruaje cerrado…
La carnal cercanía de sus cuerpos,
la unión de sus manos,
el encuentro de sus labios.
1917

**110 RECUERDA, CUERPO
Recuerda, cuerpo, cuánto te amaron;
no sólo las camas que tuviste,
sino también los deseos
que brillaron abiertamente
en los ojos que te vieron;
las voces temblorosas,
que algún obstáculo frustró,
Ahora que todos han pasado,
parece como si en realidad te hubieras
entregado a esos deseos.
Cómo deslumbraban.
Recuerda los ojos que te vieron,
las voces que temblaron por ti.
Recuerda,cuerpo.
1918

*114 COMPRENSIÓN
Qué claro veo ahora el sentido
de mi juventud,
de mi vida sensual.
Qué falso arrepentimiento, qué inútil…
Pero no conocía su valor entonces.
Y en lo profundo de mi vida disoluta,
se formaron las intenciones de mi poesía,
los límites de mi arte aparecieron;
por eso ni los arrepentimientos fueron duraderos.
Y los deseos de contenerme, de cambiar,
nunca duraron más de dos semanas.
1918

**116 DESDE LAS NUEVE
Doce y media. El tiempo pasó rápido.
desde las nueve cuando encendí la lámpara
me senté aquí, sin leer,
sin hablar,
¿Con quién podría hablar solo en esta casa?

Desde las nueve cuando encendí la lámpara,
la imagen de mi joven cuerpo me persigue
recordándome cuartos cerrados y perfumados
de placeres extintos, atrevidos goces.
También trajo a mi memoria calles ahora irreconocibles,
llenas de movimiento y ahora cerradas,
y teatros y cafés que ya no existen.
La imagen de mi joven cuerpo apareció
y me trajo también recuerdos tristes,
congojas familiares, separaciones,
afectos de mi gente, distanciamientos,
recuerdos de los muertos poco amados.

Doce y media, ¡cómo vuela el tiempo!
Doce y media, ¡cómo pasan los años!
1918

**119  FRENTE A LA CASA
Ayer, caminando por un barrio lejano,
pasé junto a la casa que solía frecuentar cuando joven.

Allí el amor, con su exquisito poder,
tomó mi cuerpo.

Y ayer, cuando caminé la vieja calle,
las tiendas, las aceras, las piedras,
las paredes, los balcones y ventanas
se embellecieron de pronto por la magia del amor;
nada ajeno me parecía.
Y al contemplar la puerta de la casa
todo mi ser irradió
la pasión sensual que en mí guardaba.
1918

**137 HE DADO AL ARTE
Me siento y medito. He dado al arte
deseos y sentimientos cosas vistas a medias,
rostros y frases, recuerdos borrosos
de amores incompletos. Dejad que a él me
entregue,
Sabe modelar y dar forma a la belleza
casi imperceptiblemente, recordando la vida,
variando impresiones, cambiando los días.
1921

**138 SU PRINCIPIO
Se ha consumado su desviado placer sensual.
Se levantan y apresuradamente se visten, sin hablar.
Furtivos, abandonan la casa por distintos rumbos,
y mientras caminan algo inquietos en la calle,
parece como si se sospechara
en qué lecho estuvieron hace poco.

Pero cuánto ha ganado la vida del artista.
Mañana, pasado mañana, años más tarde,
escribirá versos vigorosos
que aquí tuvieron su principio.
1921

**142 LA MELANCOLÍA DE JASON,
HIJO DE CLEANDRO
POETA EN COMAGENE (595 D.C.)
La vejez de mi cuerpo y de mi cara
es una herida de un repulsivo cuchillo.
No soporto más y me refugio en ti,
arte de la poesía,
que conoces algo de drogas.
Intenta adormecer el sufrimiento,
con la imaginación y la palabra.
Una herida de repulsivo cuchillo.
Trae tus drogas poesía.
Hazme inconsciente,
por un momento,
de la herida.
1921

**147 EN UN VIEJO LIBRO
En un viejo libro - como de cien años-
encontré olvidada entre las hojas
unas acuarela sin firma,
debe haber sido el trabajo
de un artista capaz y vigoroso;
tenía el título: “Imagen del amor”;
yo la llamaría: “Del más puro amor sensual”,
porque era evidente, viendo el dibujo
(la idea era fácil de entender),
que la pintura era de un joven de los que no aman
en forma más o menos sana
dentro de los límites de lo establecido:
ojos castaño oscuro, rostro de rasgos exquisitos;
encanto de placeres ocultos,
los bellos labios como ofreciendo sensualidad
a su cuerpo amado,
miembros ideales formados para lechos
que la moralidad califica como impúdicos.
1922

*149 JULIANO SINTIENDO INDIFERENCIA
“Tomando en cuenta que entre nosotros
hay mucha indiferencia para con los dioses…”
habla con ademán grave.

¡Indiferencia!, y bien ¿qué esperaba?,
organizaba la religión como quería;
podía escribir al sumo sacerdote de Galatia
y arreglarlo todo,
a exhortar y guiar a otros igualmente importantes.
Sus amigos no eran cristianos, eso era seguro;
pero no podrían, como él, presentarse abiertamente
profesando una nueva religión
  • tan ridícula la idea como la aplicación- ;
después de todo eran griegos;
nada en exceso, Augusto.
1923.

***151 DESESPERADO
Lo perdió por completo. Y ahora busca
en los labios de cada nuevo amante
los labios del amado; en la unión
de cada nuevo amante busca engañarse
pensando que es el mismo amor al que se entrega.

Lo perdió por completo. Como si nunca hubiera
sido.
Porque quería - así lo decía- salvarse
del estigma del enfermizo placer carnal;
del deseo sensual avergonzante.
Aún había tiempo -decía- para salvarse.

Lo perdió por completo. Como si nunca hubiera
sido.
En su imaginación, se engaña,
en los labios de otros busca sus labios;
añora sentir de nuevo el amor que vivió.
1923

***158  VINO CON LA INTENCIÓN DE LEER
Vino con la intención de leer;
dos o tres libros están abiertos,
poetas e historiadores.
Había leído apenas diez minutos
y los hizo a un lado.
Dormita sobre el sofá
Es un gran aficionado a la lectura;
pero tiene veintitrés años, y es tan bello.

Esta tarde, el amor penetró
en su ideal cuerpo, en sus labios;
en su carne, que es toda belleza,
pasó la fiebre del deseo,
sin sentirse avergonzado
por esta forma de embeleso.
1924.

***161 TÉMETO DE ANTIOQUIA 400 D.C.
Versos del joven Témeto, el enfermo de amor,
con el título de “Emónides” el amado compañero
de antíoco Epifano; un bello joven
De Samosata. Pero si estos versos se volcaron
ardientes y conmovedores es porque Emónides
(desde los tiempos antiguos, en el 137
del reinado de los griegos, probablemente anterior),
fue añadido al poema sólo como un nombre;
un nombre bien apropiado. El poema expresa
el verdadero amor de Témeto; Un bello amor
digno de él. Nosotros, los iniciados,
sabemos muy bien para quién fueron escritos
esos versos.
Los inocentes antiocanos leen sólo “Emónides”.

**163 EN EL ABURRIDO PUEBLO
Es muy joven
y vive en un pueblo aburrido donde trabaja
empleado como dependiente.
Aún hay que esperar que pasen dos o tres meses
para que el trabajo disminuya,
y pueda ir a la ciudad a divertirse.

En el aburrido pueblo donde espera,
una noche, enfermo de deseo, se mete a la cama,
su juventud ardiente de lujuria,
padece una bella intensidad;
y en su sueño llega la pasión
y en ella ve y posee el cuerpo que imagina…
1925

** 164 A LOS 25 AÑOS DE SU VIDA
Con frecuencia va a la taberna
donde el mes anterior se conocieron.
Pregunta: no le dicen nada concreto.
De lo que responden, concluye que su amigo
ha conocido a alguien:
una de las sospechosas
y jóvenes gentes que acuden allí.

Pero él va cada noche a la taberna,
y se queda mirando hacia la puerta,
la vigila hasta el cansancio.
Quizá entre. Aún puede llegar.

Durante tres semanas espera;
su mente enferma de lujuria.
Los besos se quedaron en su boca,
su carne toda sufre el persistente deseo.
El roce de ese cuerpo está en el suyo,
desea unirse a él nuevamente.

Por supuesto, trata de no traicionarse;
a veces es casi indiferente.
Además, sabe bien a qué se expone,
lo presiente. Es muy posible que esta vida
lo lleve a un desastroso escándalo.
1925.

**165 LA ENFERMEDAD DE KLITO
Klito, un bello joven de veintitrés años,
bien instruido y con profundo conocimiento del griego,
está muy enfermo;
la fiebre que diezmó Alejandría este año lo atacó.
El mal lo encontró exhausto moralmente,
enfermo de dolor porque su amigo,
un joven actor, ha dejado de amarlo y desearlo.

El está enfermo y sus padres temerosos.
La sirvienta anciana que lo crió
también teme por la vida de Klito;
y en su angustia recuerda un ídolo
que adoró cuando niña, antes de llegar aquí
como sirvienta y cristiana a la ilustre casa
En secreto, toma pan, vino y miel,
se los presenta al ídolo,
y canta parte de los ruegos que recuerda.

Lo que la tonta no sabe es que al demonio
no le importa si un cristiano se salva o no.
1926.

***166 EN LAS TABERNAS
Me abandono en las tabernas y lupanares
de Beirut; no quise quedarme
en Alejandría. Tamides me dejó;
se fue con el hijo del eparca a comprar
una villa en el NIlo, una mansión en la ciudad,
no me haría bien permanecer en Alejandría.

Me abandono en las tabernas y lupanares
de Beirut; vino en la abyección,
en turbio desenfreno. Lo único que me salva,
como un constante embeleso, como una fragancia
que queda en mi piel, es que poseí a Tamides
durante dos años, el joven más bello,
mío no sólo por una casa, o una villa en el Nilo.
1926.

***176 DÍAS DE 1901
Algo tenía de distinto,
a pesar de su vida disoluta
y su experiencia erótica;
a pesar de la constante armonía
existente entre su actitud y su edad,
había momentos -muy raros momentos-
en que su carne daba una impresión de pureza.

La belleza de sus veintinueve años,
tan experimentada en la sensualidad,
en momentos, paradójicamente, daría la impresión
de ser la de un adolescente que con timidez
entrega su virginal cuerpo por vez primera.
1927

***177 DOS JÓVENES DE 23 Y 24 AÑOS
Esperaba en el café desde las diez y media
deseando que apareciera en cualquier momento.
Pasó la media noche y aún aguardaba.
Pasó la una y media; el café estaba casi vacío.
Se cansó de leer periódicos mecánicamente.
Le quedaba uno de los tres chelines que tenía,
había esperado tanto tiempo
que ya había gastado los otros dos en café y cognac;
había fumado todos sus cigarros,
tanta espera lo cansaba;
pensamientos extraños le vinieron
sobre la vida desviada que llevaba.

Pero cuando entró su amigo,
cansancio, aburrimiento y pensamientos
se desvanecieron. El traía noticias inesperadas:
Había ganado sesenta libras en un garito.
Sus bellas caras, su juventud,
el amor que se tenían,
se vieron fortificados por la ganancia.

Y llenos de vigor y júbilo, de pasión y belleza,
se fueron, no a los hogares de sus honorables familias
(nadie deseaba tenerlos allí),
sino a casa de un amigo;
un lugar de depravación.
Pidieron un cuarto y de nuevo bebieron,
y cuando terminaron las botellas siendo ya casi las cuatro,
se abandonaron al amor abiertamente.
1927

*198 PREGUNTO POR LA CALIDAD
Salió de la oficina donde tenía
un trabajo insignificante y mal pagado
(ocho libras al mes, incluyente gratificaciones).
cuando terminó los asuntos que lo habían
mantenido sumiso todo el día, salió a las siete
y caminó sin rumbo por la calle;
bello e interesante:
pareciendo estar en plenitud de sus sentidos.
El mes pasado había cumplido veintinueve años.

Caminó por las calles hacia el pobre cuarto donde vivía;
al pasar frente a una tienda donde vendían
mercancía barata para trabajadores,
vio una cara, una silueta que le atrajo,
y entró fingiendo querer ver pañuelos de colores.

Preguntó por la calidad de los pañuelos,
y el precio, con una voz entrecortada;
casi apagada por el deseo.
Y las respuestas fueron en el mismo tono, distraídas
en voz baja, consintiendo.

Encontraron más que decir sobre la mercancía;
su único deseo, tocarse las manos sobre los pañuelos,
el acercar sus caras, acaso sus labios;
un momentáneo contacto de sus cuerpos,
furtivo, fugaz, para que el dueño de la tienda,
que estaba sentado al fondo, no se enterara.
1930

*200 DEBIÓ DE IMPORTARLES
Soy casi un vagabundo.
Esta terrible ciudad de Antioquía
ha devorado mi riqueza;
esta ciudad con su cara forma de ser.
Pero soy joven y gozo de buena salud;
hablo perfectamente bien el griego
(conozco a Platón y Aristóteles al revés y al derecho,
a los oradores, a los poetas y a quien deseen conocer).
Sé de asuntos militares
y tengo amigos entre los jefes mercenarios;
también estoy dentro de la administración:
pasé seis meses en Alejandría, el año pasado
y tengo conocimiento (lo cual es de utilidad)
de las cosas de allí,
las ideas de Kakergetis, sus fechorías, etcétera.

Así que me considero bien capacitado
y justo el hombre para servir a este país,
mi querida patria Siria.
En lo que me pongan trataré de ser útil, es mi intención;
pero si por algún motivo no me lo permiten
(conozco bien a esos dirigentes,
¿tengo que decirlo ahora?),
si no me lo permiten, no tengo la culpa.

Antes que nada veré a Sabino
y si ese tonto no me presta atención
iré a su oponente, a Grypos,
y si ese idiota no me toma,
iré directamente a Hercano.
Uno de los tres querrá mis servicios de alguna forma;
en cuanto a mi conciencia, está tranquila
por la indiferencia con que escojo:
los tres son igualmente dañinos para Siria.

Pero yo arruinado, ¿cuál es mi culpa?
desgraciado de mí, estoy tratando de ser alguien;
debió de importarles a los dioses
el crear un cuarto hombre, honesto,
y con gusto yo iría con él.
1930

*202 EL ESPEJO DEL VESTÍBULO
En el recibidor de esta mansión
había un gran espejo antiguo,
adquirido por lo menos hace cien años.

Un joven de extremada belleza,
ayudante de sastre
(atleta aficionado los domingos),
estaba frente a él con un paquete
el cual entregó a alguien de la casa,
quien lo tomó y fue a conseguir el recibo.

El ayudante de sastre se quedó solo
por unos momentos, y mientras esperaba,
se acercó al espejo, se arregló la corbata,
observándose de cerca.
Unos minutos después trajeron el recibo;
lo tomó y salió.

Pero el viejo espejo que tantos objetos
y caras había visto durante sus largos años de vida,
esta vez estaba extasiado, se sentía orgulloso
de haber retenido por unos instantes
la imagen de la belleza pura.
1930

*203 SEGÚN LAS FÓRMULAS DE ANTIGUOS
MAGOS GRECO - SIRIOS.

“¿Qué extracto de hierbas hechizantes puede encontrarse
-dijo un esteta-,
qué extracto preparado según las fórmulas
de antiguos magos greco - sirios puede, por un día
(aunque no sea por más), o por una hora,
traerme mis veintitrés años,
mi amigo, sus veintidós, su belleza y su amor?
¿Qué extracto puede encontrarse,
según la fórmula de antiguos magos greco sirios,
que además del regreso al pasado,
pueda entregarme nuestro pequeño dormitorio?”
1931

*206 DÍAS DE 1908
Ese año se encontró sin trabajo;
subsistía jugando cartas, bakgammon, o de préstamos.

Le ofrecieron un puesto, en una papelería
ganando tres libras al mes; rehusó sin vacilar.
No le servían, no era sueldo para él,
joven bien educado de veinticinco años.

Diariamente ganaba o perdía dos o tres chelines,
jugando cargas o bakgammon,
¿qué se podría ganar en esos cafés de su nivel social,
los sitios populares, aunque jugara inteligentemente,
y tuviera compañeros tontos?
Aumentaba deudas, raramente encontraba un dólar,
más seguido un medio dólar o simplemente un chelín.

Semanalmente, a veces con más frecuencia,
sobre todo cuando no se había desvelado toda la noche,
se refrescaba yendo a nadar.
Sus ropas estaban andrajosas,
usaba siempre el mismo traje café, bastante raído.
¡Oh! días de verano de 1908,
de tu imagen
como obsequio a la belleza.
Aquel traje café no existe, se perdió en el recuerdo.

Cuando se quitó la ropa
y quedó desnudo por completo,
bello sin defecto,
maravillosos cabellos alborotados por el viento,
miembros bronceados por el sol,
desnudez matutina en los baños y en la playa.
1932

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Vocabulario:
166 abyección
Del lat. abiectio, -ōnis.
1. f. Bajeza, envilecimiento extremo.
2. f. humillación.
...
166 eparca
Resultado del diccionario para eparca
nombre masculino
1.
Gobernador de una provincia griega perteneciente al Imperio romano.
2.
nombre masculino
Prefecto de Constantinopla durante el Imperio bizantino.
...
61 lestrigón
Del lat. Laestrygŏnes, y este del gr. Λαιστρυγόνες Laistrygónes.
1. m. Individuo de alguna de las tribus de antropófagos que, según las historias y poemas mitológicos, encontró Ulises en su navegación. U. m. en pl.
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Cavafis de joven a finales del siglo XIX

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