#LaFábulaDelTiempo,
... los participantes concurren bajo seudónimo,
con un libro inédito de poemas,
y que un mismo escritor
no puede ganar más de una vez.
... el jurado está compuesto
por tres poetas reconocidos,
no necesariamente mexicanos
ni anteriores ganadores del premio.
La convocatoria es anual
y suele cerrarse a principios de noviembre.
Por regla general,
el resultado se hace público en febrero
y el premio es entregado en abril,
durante la Feria de San Marcos,
en la ciudad de Aguascalientes.
Convocan al premio:
la Secretaría de Cultura,
el Instituto Nacional de Bellas Artes,
y el Patronato de la Feria de San Marcos,
a través del Instituto Cultural de Aguascalientes.
... premiado... en 1969
... José Emilio Pacheco
con el libro
- "No me preguntes cómo pasa el tiempo"
https://es.wikipedia.org/wiki/Premio_Nacional_de_Poes%C3%ADa_Aguascalientes
José Emilio Pacheco,
Ciudad de México,
30 de junio de 1939 - 26 de enero de 2014
poeta,
crónista,
novelista,
cuentista,
ensayista,
y traductor...
integrante de la generación
de los cincuenta o de medio siglo,
... los temas que aborda en sus textos
van desde la historia y el tiempo cíclico,
los universos de la infancia y de lo fantástico,
hasta la ciudad y la muerte.
... se distingue por un constante cuestionamiento
sobre la vida en el mundo moderno,
sobre la literatura
y su propia producción artística,
así como por el uso
de un lenguaje sin rebuscamientos,
es decir, accesible.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Emilio_Pacheco
#LaCitaExtrañaCon #JoséEmilioPacheco,
#LaFábulaDelTiempo,
Antología poética,
Ed Era. ed. 2a. 2010 México, DF.
861M P62 F32 ejemplar 2 Biblioteca Vasconcelos.
8 ... el ejercicio poético
... la brevedad del apunte
y la austeridad del testimonio.
9 ... la transparencia comunicativa,
la exactitud,
la ironía
y la erudición revertida a la cotidianidad
... a veces alegórica,
a veces aforística...
10 ... humor negro... "Pinturas Negras"
... una extrema parodia de la sociedad humana.
50 Acaso sufre acidia, tedium vitae... ¿?
54 Intenta... y a veces logra... expresar poéticamente
la amargura sarcástica de un perpetuo excluido
que contempla la vida literaria,
y la existencia toda,
con quebrantada y a la postre estéril ironía.
57 Sed de inmortalidad.
Miré hacia afuera:
en el jardín luchaba una vil mosca
por sacar de la flor néctares, polen.
Vana Tarea
intentar convertirse en abeja
a estas alturas.
* 59 Escribe lo que quieras
Di lo que se antoje:
de todas formas vas a ser condenado.
Quisiera ser un pésimo poeta
para sentirme satisfecho con lo que escribo
y vivir lejos de tu dedito admonitorio, autocrítica.
63 Odian a César y al poder romano
Se privan de comer la última uvita
pensando en los esclavos que revientan
en las minas de sal o en las galeras.
64 y sentencia a Flavio por corriente
un esclavo liberto, un arribista.
* y marchan con fervor al Palatino
a ofrecer mansamente el triste culo
al magnánimo César.
65 Yo soy la humanidad y por mí pasa
toda su historia ciega y me contempla.
Fray Antonio de Guevara 1480-1545
... "El villano de Danubio",
que impugna la conquista
"la codicia de tomar bienes ajenos
y la soberbia de mandar en tierras extrañas"
y "la tiranía del que tiene mucho
sobre el que tiene poco".
* 66 y ningún reino alcanzará la dicha
con base en la miseria de otros pueblos.
Todo es lucro y maldad.
67 rumor de usura y soldadesca.
71 Irás y no volverás
Sitio de aquellos cuentos infantiles,
eres la tierra entera.
A todas partes
vamos a no volver.
Estamos por vez última
en dondequiera.
73 Y cada vez que inicias un poema
convocas a los muertos.
Ellos te miran escribir,
te ayudan.
83 El mundo cayó en manos del demonio
y el gran usurpador al que venera
la ceguedad cristiana
tiene al único Dios en el infierno.
El cura... fue a reunirse
con su Dios - que es amor- en el infierno.
84 Las ruinas no son ruinas,
el deterioro
es solo de la piedra inconsolable.
* 99 ANTIGUOS COMPAÑEROS SE REÚNEN
Ya somos todo aquello
contra lo que luchamos a los veinte años.
102 Fin de siglo
La sangre derramada clama venganza.
Y la venganza no puede engendrar
sino más sangre derramada. ¿Quién soy:
el guarda de mi hermano
o aquel a quien adiestraron
para aceptar la muerte de los demás,
no la propia muerte?
¿A nombre de qué puedo condenar a muerte
a otros por lo que son o piensan?
Pero ¿cómo dejar impunes
la tortura o el genocidio o el matar de hambre?
* No quiero nada para mí, sólo anhelo
lo posible imposible un mundo sin víctimas.
106 ¡Ahora soy Rey.
No se lo deseo a nadie!.
En los ojos de cada uno
de mis compañeros de lucha
observo el odio y el brillo de la daga
que tarde o temprano se clavará en mi espalda.
107 Libro
Lo compré hace muchos años.
Pospuse la lectura
para un momento que no llegó jamás.
Moriré sin haberlo leído.
Y en sus páginas estaban el secreto y la clave.
* A las puertas del Metro
Con el cerebro destruido
por las inhalaciones de "cemento",
se halla a las puertas del Metro,
tirado como lata de cerveza
o envoltura de plástico.
Canturrea algo semejante al rock.
Lleva una camiseta harapienta
con la inscripción "Have a Pepsi",
"yins" a tal punto raídos
que algunos pagarían fortunas
por exhibirse con ellos en sitios elegantes.
Tiene cualquier edad
entre los quince y los cuarenta,
acaso dieciocho.
Las señoras de bolso y los señores de traje,
que casi no se ven en este medio de transporte,
lo miran de reojo y con desprecio.
Antes lo hubieran fulminado con la palabra indio.
Ahora tienen una solución de recambio:
el término naco.
Para ellos la inflexible autoinmolación es un alivio:
un desempleado menos,
un asaltante menos,
un violador menos,
un guerrillero menos en el ejército de la miseria
que crece a cada instante
y nos rodea por todas partes.
Quisieran borrarlo como se barren latas vacías
y envolturas de plástico
deshechos de una sociedad capaz
de producir estas imágenes.
Si lo viera Ernesto Cardenal le diría: Levántate.
En ti se ven los frutos del hambre,
la violencia
y la opresión
que ya han durado cuatro siglos.
Pero también el genio
que construyó las pirámides
e hizo posibles Machu Picchu,
el calendario maya,
la escultura azteca,
los códices nahuas,
la obra de Nezahualcóyotl...
Todo esto se encuentra bajo la voz
que en vano intenta reducir la letra del rock.
108 Seguimos viviendo el tiempo de los asesinos.
109 A la menor oportunidad sacamos las garras:
módicos tigres condenados a dar vueltas
en el mismo foso del zoológico
hasta que se mueran de viejos
o en un instante de sinceridad se entredevoren.
110 El lápiz
Madera y grafito se unen en el lápiz
para inmolarse a medida
que producen palabras,
rasgos,
números,
líneas.
El lápiz se gasta como quien lo maneja.
Muere al dar vida a sus trazos
y al segregarlos se prolonga en ellos
(también son efímeros
como el viento en la arena
o la lluvia en el agua).
Por su lengua habla la naturaleza vencida.
Árbol que acaba de talar,
las mondaduras huelen a bosque.
Para ser lápiz, a fuerza de ser lápiz,
se despoja de las materias
que sostienen su condición de lápiz.
Incluye en latencia
todas las posibilidades expresivas
de la mente y la mano.
Pero, inseguro,
lleva su antítesis en el otro extremo:
la goma.
Lo que escribimos resulta provisional
como lo que hace el lápiz.
El signo de las cosas es gastarse.
* 111 La araña le sorbió la existencia
y ofrece el despojo
para atemorizar a sus vasallos.
* 118 El lactante o lechón entre dos orificios:
boquita bien dispuesta para llenarse de placer
con el líquido que lo construye y lo hace egoísta,
y la cloaca
que lo ata al suelo como globo cautivo
y le recuerda: eres también destructor
y has profanado la limpieza del mundo.
No eres un ángel
sino algo más hermoso y terrible.
Por ser humano
estás sujeto a tu grandeza y tragedia.
Que tus ojos sin color te descubran
la hermosura de esto que vives,
la sordidez de haber nacido entre la injusticia;
el terror: el microbio o bacilo
que puede fermentarnos en lobos
de nuestros semejantes.
* 120 Entre el amor que puede ser asfixia
y produce plantas de sombra
que se calcinan en la realidad sensitivas
y el desamor que engendra monstruos dolientes,
cuál es el justo medio,
cuál es el punto donde se erigen
los que deben ser seres de verdad humanos,
no caricaturas,
ni proyectos abandonados.
La violencia nace en la casa, el dulce hogar
reproduce lo que hay afuera. El maltrato,
como toda crueldad, es inconsciencia
y da forma a quienes serán
los crueles inconscientes del mañana.
La sobreprotección es un efecto del pesimismo:
si el mundo es malo
y nada hacemos por cambiarlo -se dicen-
al menos retrasemos en lo posible
la hora y fecha del pago
123 ¿Adónde van los días que pasan?
* 145 Cuando no quede un árbol
cuando ya todo sea asfalto y asfixia
o malpaís, terreno pedregoso sin vida,
ésta será de nuevo la capital de la muerte.
En ese instante renacerán los volcanes.
Vendrá de lo alto el gran cortejo de lava
El aire inerte se cubrirá de ceniza.
El mar de fuego lavará la ignominia,
se hará llama la tierra y lumbre el polvo.
Entre la roca brotará una planta.
Cuando florezca volverá la vida
a lo que convertimos en desierto de muerte.
* 151 No hay sinónimos:
existe nada más el término exacto,
una palabra para cada cosa.
Debe ceñirse,
como la piel al cuerpo,
a lo que nombra.
153 Carta a George B. Moore
en defensa del anonimato
No sé por qué escribimos, querido George.
Y a veces me pregunto por qué más tarde
publicamos lo escrito. Es decir, lanzamos
una botella al mar, harto y repleto
de basura y botellas con mensajes.
Nunca sabremos
a quién ni adónde la llevarán las mareas.
Lo más probable
es que sucumba en la tempestad y el abismo.
Sin embargo, no es tan inútil esa mueca de náufrago.
Porque un domingo
usted me llama de Estes Park, Colorado,
me dice que ha leído cuanto está en la botella
(a través de los mares: nuestras dos lenguas)
y quiere hacerme una entrevista.
Después recibo un telegrama inmenso
(lo que se habrá gastado usted al enviarlo).
En vez de responderle o dejarlo en silencio
se me ocurrieron estos versos. No es un poema,
154... no aspira al privilegio de la poesía
(no es voluntaria).
Y voy a usar, así lo hacían los antiguos,
el verso como instrumento de todo aquello
(relato, carta, drama, historia, manual agrícola)
que hoy decimos en prosa.
Para empezar a no responderle,
no tengo nada que añadir
a lo que está en mis poemas,
dejo a otros el comentario, no me preocupa
(si alguno tengo) mi lugar en la historia.
(Tarde o temprano a todos nos espera el naufragio.)
Escribo y eso es todo.
Escribo: doy la mitad del poema.
Poesía no es signos negros en la página blanca.
Llamo poesía a ese lugar del encuentro
con la experiencia ajena. El lector, la lectora
harán o no el poema que tan sólo ha esbozado.
No leemos a otros: nos leemos en ellos.
Me parece un milagro
que algún desconocido pueda verse en mi espejo.
Si hay un mérito en esto -dijo Pessoa-
Corresponde a los versos, no al autor de los versos.
Si de casualidad es un gran poeta
dejará cuatro o cinto poemas válidos,
rodeados de fracasos y borradores.
Sus opiniones personales
son de verdad muy poco interesantes... 155
Extraño mundo el nuestro: cada día
le interesan cada vez más los poetas;
la poesía cada vez menos.
El poeta dejó de ser la voz de la tribu,
aquel que habla por quienes no hablan.
Se ha vuelto nada más otro "entretainer".
Sus borracheras,
sus fornicaciones,
su historia clínica.
sus alianzas o pleitos
con los demás payasos del circo,
tienen asegurado el amplio público
a quien ya no hace falta leer poemas.
Sigo pensando
que es otra cosa la poesía:
una forma de amor que sólo existe en silencio,
en un pacto secreto entre dos personas,
de dos desconocidos casi siempre.
Acaso leyó usted que Juan Ramón Jiménez
pensó hace mucho tiempo en editar una revista.
Iba a llamarse "Anonimato".
Publicaría no firmas sino poemas;
se haría con poemas, no con poetas.
Y yo quisiera como el maestro español
que la poesía fuese anónima ya que es colectiva
(a eso tienden mis versos y mis versiones).
Posiblemente usted me dará la razón.
156
Usted que me ha leído y no me conoce.
No nos veremos nunca pero somos amigos.
Si le gustaron mis versos
qué más da que sean míos / de otros / de nadie.
En realidad los poemas que leyó son de usted:
Usted, su autor, que los inventa al leerlos.
163 LAS TERMITAS
A las termitas dijo su señor:
Derribad esa casa.
Y llevan no sé cuántas generaciones
de perforar, de taladrar sin sosiego.
Hormigas blancas como el Mal inocente,
esclavas ciegas y de incógnito:
dale que dale en nombre del deber,
muy por debajo de la alfombra,
sin exigir aplauso ni recompensa
y cada cual conforme con su trocito.
Millones de termitas se afanarán
hasta que llegue el día en que de repente
el edificio caiga hecho polvo.
Entonces las termitas perecerán
sepultadas en la obra de su vida.
165 Caín
Su nombre es testimonio de la Caída:
Caín, el can de la corrupción,
el perro rabioso que la tribu mata a pedradas.
Caín,
la propiedad, el poder, la soberbia.
Caín,
la cárcel del vulnerable cuerpo afligido
por el ansia de herir y dar la muerte.
Calcinación de furia homicida
para que abra la boca la tierra,
devore al muerto y produzca su fruto.
(Pero la sangre clamará venganza.)
Caín,
caimán, calabozo, cadena de capataz
que sujeta al vencido
(su hijo, su hermano)
y lo convierte en bestia de labor y de carga.
Caín el canalla.
Caín el cáncer de la doliente humanidad
que con él nacía
Caín carnicero.
Caín el caos que reemplazó al paraíso.
Cardos y espinas lo que fue el Edén.
Sudor, dolor para labrar la tierra
que nos detesta como intrusos depredadores.
El frío, el calor, el terremoto, el diluvio
o la sequía, la tempestad, la epidemia
muestran hasta qué punto nos aborrece la tierra:
nos ve como insectos
torturadores que la roen por dentro
y la saquean, envenena, destruye.
Caín no perdonó la afrenta
de que su hermano fuera alabado.
Y le dio muerte. Quizá
Abel también lo odiaba.
(Al respecto hay un silencio en el Génesis.)
Tal vez el precio de la Caída radique
en la fiera nostalgia de cada ser
que sin saberlo recuerda:
Adán tuvo el Edén sin compartirlo con nadie.
Eva no fue invasora ni semejante sino una parte
de su infinita perfección y su carne ilesa,
no esclavizada al transcurrir ni al dolor.
Caín mató a su hermano y abrió la historia.
"¿Qué hemos hecho?",
habrá exclamado Adán frente a Eva,
primera Máter Dolorosa,
Pietà con el hijo muerto,
con la primera víctima,
el primer eslabón de la cadena interminable.
A través de su cuerpo herido vino la muerte
a compartir con el Mal el mundo.
Caín quedó condenado a ser extranjero errante
en el planeta del castigo,
a tener conciencia, a ser conciencia culpable.
Caín nuestro padre,
el fundador de las ciudades...167
Ritos y ceremonias
Hay un hombre
que ha dejado de ser indefenso y falible.
Ahora es el rey. No se parece a los mortales.
La adulación edificó en su interior una estatua
y él se siente como ella.
De mármol es su carne
y las palabras salen de su boca
ya fijadas en bronce.
En lugar de vivir,
escribe con sus actos su biografía.
El cortesano
le dice en voz muy alta o en susurros:
"Señor,
eres el sabio,
el justo,
el infalible,
el más fuerte.
Y cuanto haces lo bendice tu pueblo.
Tu jamás te equivocas,
y si no aciertas aplaudiremos tus errores.
No escucharás la ira de la turba
ni el rezongo amarillo de la impotencia
y de la envidia.
Permítenos gozar el resplandor de tu corona.
Que nos envuelva tu manto
en el poder que es como el fuego sagrado.
No pienses que muchos sufren por tus decisiones.
¿Acaso has meditado
en los animales que dan
su carne a tu banquete
o en los árboles
que fueron destruidos para hacer el papel
en que se estamparon tus decretos?
"Mañana serás polvo y error.
Sobre ti descenderá el granizo de las condenas,
la flecha incendiaria de las ballestas enemigas.
Pero no importa: eres el Rey,
tuviste,
tienes lo que cien mil disputan
y uno solo conquista.
En ti adquiere hueso y carne el poder
Disfrútalo
porque sin él no serías nada.
No serás nada cuando el poder,
que también es prestado y no se comparte,
salga de ti,
encarne en otro y de nuevo seas como yo,
el indefenso, el falible,
el cordero entre zarzas que mira el trono
y ve cernirse contra él y su pueblo
la eterna sombra indestructible del buitre"... 169
* 171 La tierra es nuestro paraíso
y la hemos vuelto infierno.
173
Caracol
Homenaje a Ramón López Velarde
1
Tú, como todos, eres lo que ocultas.
Adentro del palacio tornasolado,
flor calcárea del mar
o ciudadela que en vano
tratamos de fingir con nuestro arte,
te escondes indefenso y abandonado,
artífice o gusano: caracol
para nosotros tus verdugos.
2
Ante el océano de las horas alzas
tu castillo de naipes,
vaso de la tormenta,
recinto de un murmullo nuevo y eterno,
huracán que el océano deslíe en arena.
3
Sin la coraza de lo que hiciste, el palacio real
nacido de tu genio de constructor,
eres tan pobre como yo,
como cualquiera de nosotros.
No tienes fuerza y puedes levantar
una estructura misteriosa insondable.
Nunca terminará de resonar al oído
lo que esconde y preserva tu laberinto.
4
En principio te pareces a los demás: la babosa,
el caracol de cementerio.
Eres frágil como ellos y como todos.
Tu fuerza reside
en el prodigio de tu concha,
evidente y recóndita manera
de estar aquí en este mundo.
5
Por ella te apreciamos y te acosamos.
Tu cuerpo
no importa mucho y ya fue devorado.
Ahora queremos autopisarte en ausencia,
hacerte mil preguntas sin respuesta.
6
Defendido del mundo en tu externo interior
que te revela y encubre,
eres el prisionero de tu mortaja,
expuesto como nadie a la rapiña.
Durará más que tú, provisional habitante,
tu obra mejor que el mármol,
tu moral de la simetría.
7
A vivir y a morir hemos venido.
Para eso estamos
Nos iremos sin dejar huella.
El caracol es la excepción.
Qué milenaria paciencia
irguió su laberinto erizado,
la torre horizontal en que la sangre del tiempo
se adensa en su interior y petrifica el oleaje,
mares de azogue opaco en su perpetua fijeza.
Esplendor de tinieblas, lumbre inmóvil,
la superficie es su esqueleto y su entraña.
8
Ya nunca encontrarás la liberación:
habitas el palacio que secretaste.
Eres él. Sigues aquí por él.
Estás para siempre
envuelto en un perpetuo sudario:
tiene impresa la huella de tu cadáver.
9
Pobre de ti, abandonado, escarnecido,
tan frágil
si te desgajan de tu interior
que también es tu cuerpo,
la justificación de tu invisible tormento.
cómo tiemblas de miedo a la intemperie
de los dominios en que eras rey
y las olas te veneraban.
10
Del habitante nada quedó en la playa sombría.
Su obra
vivirá un poco más
y al fin también se hará polvo.
11
Cuando se apague su eco
perdurará sólo el mar
que nace y muere desde el principio del tiempo.
12
Agua que vuelve al agua, arena en la arena,
la materia que te hizo único
pero también afín a nosotros,
jamás volverá a unirse.
Nunca habrá nadie
igual que tú,
semejante a ti,
hondo desconocido en tu soledad
pues, como todos,
eres lo que ocultas... 177
* Los vigesímicos *
*El término fue acuñado
por Francisco Montes de Oca.
1
Porque en el siglo sexto alguien hizo sus cuentas
y llamo año primero
a la fecha impensable en que nació Cristo,
ahora para nosotros el terror del milenio,
los tormentos del fin de siglo.
Tristes de quienes saben
que caminan sin pausa hacia el abismo.
Tal vez hay esperanza
para la humanidad.
Para nosotros en cambio
no hay sino la certeza de que mañana
seremos condenados
- el estúpido siglo veinte,
primitivos, salvajes vigesímicos -
con el mismo fervor con que abolimos
a los decimonónicos, autores
- con sus ideas, sus actos e invenciones -
del siglo veinte, el siglo que no existe
sino en la imaginación de quienes miran
crecer la noche en este campo de sangre,
este planeta de alambradas,
este matadero que está muriendo
bajo el peso de todas sus victorias.
2
Red de agujeros nuestra herencia
a ustedes los pasajeros del veintiuno.
El barco se hunde en la asfixia,
ya no hay bosques,
brilla el desierto en el mar de la codicia.
Llenamos de basura el mundo entero,
envenenamos todo el aire,
hicimos triunfar en el planeta la miseria.
Sobre todo matamos.
Nuestro siglo fue
el siglo de la muerte.
Cuánta muerte,
cuántos muerto en todos los países.
Cuánta sangre
la derramada en esta tierra.
Y todos
dijeron que mataban por el mañana:
el porvenir de azogue, la esperanza
que fluyó como arena entre los dedos.
* Bajo el nombre del Bien, el Mal se impuso.
Sin duda hubo otras cosas.
Para ustedes
queda el reconocerlas.
Por lo pronto se acabó el siglo veinte.
Nos encierra
como el ámbar prehistórico a la mosca,
dice Miłosz,
Pidamos con Neruda
piedad para este siglo
y sus sobrevivientes.
Porque al fin y al cabo
creó este presente el porvenir que choca
contra el pasado.
Fue un instante el siglo,
un segundo su fin.
Nos despedimos
para dormir en la prisión del ámbar. 1987
* 180 El jardín en la isla
El jardín en la isla:
aquí las rosas,
no florecen: llamean.
Sostienen como nubes entre el verdor
la materia del aire.
¿Qué hemos hecho
para ser dignos de esta gloria?
Mañana
ya no habrá rosas
pero en la memoria
continuará su incendio.
Lluvia de sol
El muchacho desnudo toma el sol,
se vuelve fuego.
Y a mediodía, bajo el rumor de las frondas,
se hace toda de luz la amarga tierra.
* 181 Sólo el placer sin justificación reproductora.
182 Pero entretanto
ellos siguen gozando la libertad
de las bestias que se hacen dioses.
Los paraísos duran un instante.
183 Con qué angustia se arrastran hacia la orilla,
víctimas sin más culpa que haber nacido.
187 Live bait, live bait: todos hijos
de nuestra inmisericorde Madre la Vida
que se alimenta de Muerte.
O de la Madre Muerte que se alimenta de Vida.
Una de dos o las dos son la misma.
* Live bait nosotros también
los encarnados para ser carnada,
lombrices pensantes
a quienes programaron con lenguaje y conciencia
para reflexionar en su desdicha.
Y a pesar de todo esto aún creo en ti,
enigma de lo que existe:
horrible, absurda, gloriosa vida
que no cambiamos (ni en el anzuelo) por nada.
* 198
Con las tenazas de la Ley retorceremos su lengua.
199 Corre peligro de volverse reo
de Lesa Majestad. Acepte y calle.
* 201 La derrota
El que piensa por todos prohibió pensar.
Su palabra es la única palabra.
Él dice todo sobre todas las cosas.
Sólo existe algo que no puede prohibir:
los sueños.
Noche tras noche
la gente sueña en acabar
con el que piensa por todos.
203 Homenaje a la Compañía Teatral Española
de Enrique Rambal, Padre e Hijo
A Pilar Guerrero
La realidad es ficción. Mentimos siempre
para sobrevivir, para evitar la guerra,
obtener la amnistía que nos absuelva del crimen
sin atenuantes ni remedio: estar vivos.
Representamos papeles,
inventamos novelas de un instante,
dramas unitarios, farsas, comedias.
Y somos los bufones a quienes se arrojan monedas,
se deja hablar o se perdona la vida.
Por tanto es necesaria la otra ficción:
para hallar las verdades que no intentamos decir
porque se dicen por sí solas.
La realidad no es la escuela, el deber, el temor,
levantarse a las seis en punto,
adquirir el derecho a entrar,
mediante astucia y sumisión,
en el orbe de los adultos,
perpetuar su consciente irrealidad,
"triunfar en la vida",
llevarse en el camino a los demás,
reunir bastante dinero
para hacerme una tumba
que a otros mate de envidia.
Pero aún falta mucho cuando se tienen once años.
Entonces una noche diferente a otras noches
la realidad es el mar de trapo y cartón
en que navega Edmundo Dantés
para volverse el conde de Montecristo;
el instante
en que a Miguel Strogoff le queman los ojos,
pero al ver a su madre entre la multitud
el Correo del Zar llora
y sus lágrimas fluyen y neutralizan el hierro.
La realidad es sobre todo el arte supremo
del novelista griego
que firmó como "San Juan" su Evangelio.
Cien veces he leído las mismas páginas.
Sé de memoria lo que va a pasar.
Y sin embargo al ver la puesta en escena
me asalta la esperanza de que esta vez
El Redentor no morirá en el Calvario.
La Sangre de mentira es la verdad.
La Corona de Espinas se hunde en mi frente.
Una lanza se clava en mi costado.
Siento en las manos y en los pies los clavos.
En esa noche la realidad es Cristo que muere
y resucita a los tres días.
Y no me importa que al caer el telón
también el joven Rambal
se levante de entre los muertos
y agradezca el aplauso
tomado de la mano con la Virgen María
y el traidor necesario Judas.
Pobre definición "la magia del teatro"
para describir lo que a los ojos del niño
fue el sueño voluntario de la puesta en escena,
el fundir, el representar, el hacer creer,
por la Compañía Teatral Española
de Enrique Rambal, Padre e Hijo,
en el antiguo teatro Arbeu (¿o fue el Iris?)
Ni el Old Vic, el Bolshói, la Comédie Francaise,
ni en el cine ni en ningún lado
encontrará nada igual el niño de entonces.
Ni tampoco en ninguna parte
dejará su veneración por el teatro,
el drama, la comedia, la escena,
la presencia viva de la actriz y el actor
bajo las luces, entre las telas, el plástico,
la madera, el cartón,
brillando como nadie
puede brillar en la opaca vida.
El folletín,
el melodrama,
la novela ilustrada escénica,
como ustedes quieran llamarla,
es más real que la realidad
porque se sabe mentira,
invulnerable a la detracción,
el arrepentimiento,
la crítica.
Nada quedó de la Compañía Teatral Española
de Enrique Rambal, Padre e Hijo.
Quizá tan sólo admiraciones infantiles de ayer,
como esta insignificante memoria imborrable.
Porque sólo una vez se descubre el teatro
cuando se tienen once años.
* 206 Cirios: son nuestras vidas consumiéndose,
* 244 Vean el acto más grande de ilusionismo:
Desaparece el erario público.
No hay nadie que no tenga agudos colmillos,
disposición para la lucha, talento innato
para la herida, para el desprecio y la burla.
* 245
La inmensa paradoja es que se ha hecho justicia:
a nadie en el reparto de los males
se le negó su rebanada.
El gran tema del mundo es la venganza
Me haces algo, contesto, me respondes
Perpetuamos el ciclo interminable.
* El heroísmo auténtico sería
entender las razones diferentes,
respetar la otredad insalvable,
vivir hasta cierto punto en concordia
sin opresión, ni miedo, ni injusticia.
252 H.M.S. Titanic
Recibo la señal,
me formo en donde me corresponde
y me hundo en la sombra eterna
con el siglo veinte, mi Titánic.
Soy, y lo tengo a orgullo,
uno más entre los emigrantes anónimos
que intentaron alcanzar la otra orilla
y se ahogaron tras las puertas cerradas
de la tercera clase.
Que otros diputen su lugar
en los escasos botes salvavidas.
257 "Eres el minucioso poder del agua,
condensado en la brevedad
que nadie puede parar.
Eres el triunfo de lo insignificante
contra el significado de su orden,
prendido con alfileres a la nada y el caos."
* 262 ... la novísima y ávida generación
que nació para el día de gozo y copula
bajo su áspera música alada y despliega
su carnaval de amor rápido.
Vocabulario:
Admonitorio, ria:
Del lat. mediev. admonitorius.
1. adj. Que amonesta, aconseja o exhorta.
...
Palatino, na
Del lat. palātum 'paladar' e -ino.
1. adj. Perteneciente o relativo al paladar.
2. adj. Anat. Dicho de un hueso:
Formado por dos huesos pares
y que contribuye a formar la bóveda del paladar.
...
Soldadesco, ca:
1. adj. Perteneciente o relativo a los soldados.
2. f. Ejercicio y profesión de soldado.
3. f. Conjunto de soldados.
4. f. Tropa indisciplinada.
A la soldadesca
1. loc. adv. Al uso de los soldados.
...
Ernesto Cardenal Martínez
(Granada, Nicaragua, 20 de enero de 1925),
poeta, sacerdote, teólogo, escritor,
traductor, escultor y político...
Es uno de los más destacados defensores
de la teología de la liberación en América Latina.
...
Ignominia:
Del lat. ignominia.
1. f. Afrenta pública.
...
Calcáreo, a
Del lat. calcarius.
1. adj. Que tiene cal.
...
Czesław Miłosz
Šeteniai, Lituania, 30 de junio de 1911
-Cracovia, 14 de agosto de 2004)
poeta,
traductor
y escritor polaco;
premio Nobel de Literatura de 1980.
...
Live bait = Cebo vivo
...
Lesa majestad:
del latín Laesa maiestas o Laesae maiestatis,
lesión o agravio contra la majestad
delito genérico de orden público,
Desde la antigua Roma,
fue legislado como un delito político,
contra el pueblo, el príncipe y el estado,
y que incluyó los ámbitos de la divinidad.
Desde entonces está presente en todos los países
que tienen legado cultural romano.
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